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| Emmanuel Jal y Rosina Iglesias Puertas |
Rosina Iglesias Puertas nacida en la ciudad de Vigo Galicia
es una mujer como pocas… no la conozco en persona pero seguramente en la
primera oportunidad que tenga realizaré este mi deseo. La conocí a través de la
red social Facebook, me llamó la atención especialmente por su compromiso
social, su trabajo voluntario de apoyo a la campaña por la paz “We want peace
creada por el ex niño soldado Emmanuel Jal que creo en esos momentos es uno de
los más afanosos y notorio activista social por la paz. Las cualidades de
Rosina son innumerables pero las que más admiro en esta mujer son; sus ganas de
trabajar por el prójimo, su amor incondicional, el altruismo, su
fuerza y su luz personal… Ella es de esos seres humanos especiales, a lo mejor
diría ángeles, que han venido con un solo propósito; mejorar este mundo, llevar
esperanzas a la gente, pues las esperanzas y mujeres como ella, alimentan
nuestras almas y nos dan animo para seguir creyendo en el bien, creyendo que
existe una posibilidad de cura para este nuestro planeta hoy tan enfermo de
crueldad, egoísmo y omisión.
Cada vez que encuentro personas como ella agradezco al
creador, el mundo y nosotros necesitamos de más personas como ella, personas
que creen en el ser humano todavía, que creen que podemos juntos cambiar las
cosas y sobretodo que tienen la valentía de alzarse y enseñar al mundo las
injusticias sociales, el coraje de no callarse y el valor de llevar la bandera
de la paz y afrontar todas las adversidades que se supone al entrar en una
lucha del bien contra el mal.
Rosina te agradezco por esta maravillosa entrevista que me
has concedido, agradezco por ser como eres y por existir. Eres un ejemplo a seguir.
Anne
¿Qué cosas te llevaron a entrar en el
mundo de la ayuda humanitaria?
A riesgo de crearme malos rollos con algunos amigos, voy a
ser sincera. Fue la decepción que me transmitió el 15M la que me llevó a
cambiar esa lucha por otra que, de verdad, siento necesaria. Me explico. Yo fui
una de las organizadoras de la manifestación del 15 de mayo de 2011 en mi
ciudad por medio de Democracia Real Ya, que llevó a la formación de las
acampadas y que la prensa se empeñó en llamar 15M. Yo estaba muy ilusionada
porque creía que la gente quería cambiar el mundo y también ayudé en la
organización de las manifestaciones posteriores ese mismo año, pero al final
caí en la cuenta de que la mayoría de los participantes no querían cambiar
nada. Lo único que querían es no perder el nivel de vida que habían tenido en
los últimos años y que estaban viendo peligrar. De todas formas, sigo
participando en las protestas que se organizan y difundiendo las convocatorias.
Gracias a que un amigo me ayudó a montar un vídeo para
animar a la participación en una de las manifestaciones, me animé a intentarlo
por mí misma y empecé a montar y traducir vídeos con canciones que me
transmitiesen algo. Empecé montando vídeos de un cantautor de EE.UU., Michael
Franti, basándome en la letra de las canciones y los subtitulé con su
autorización. La mayor parte de sus canciones incitan a la unión de los
pueblos, a la paz mundial y a la reflexión.
Este cantante creó la ONG “Soles4Souls”, que lleva calzado a
los niños de todo el mundo que nunca han tenido zapatos, y me animé a ayudar
subtitulando en español alguno de los vídeos que subían a Youtube para informar
de su labor.
¿Por qué elegiste la problemática de los
niños soldados?
Realmente no la elegí. Desde que conocí a Emmanuel Jal,
empecé a informarme del tema mirando documentales, sus propias entrevistas y
leyendo algunos libros biográficos y autobiográficos. De estos últimos, los que
más me impactaron fueron el de Emmanuel Jal y el de Ishmael Beah, aunque tengo
alguno más pendiente de leer.
¿Cómo conociste a Emmanuel Jal?
Supe de su existencia gracias a que una página de Facebook
publicó su vídeo de la canción “We want peace” el 12 de febrero, con ocasión
del Día Internacional del Niño Soldado, y explicaban brevemente quien era.
Escuché la canción y ese mismo día empecé a subtitular el vídeo. Lo publiqué
dos días después y lo compartí en la página de Facebook de Emmanuel Jal. Él me
dio las gracias por haberlo subtitulado y me pidió amistad en Facebook. Desde
aquélla, he seguido colaborando estrechamente con él. Luego tuve la suerte de
conocerlo en persona en mis vacaciones de verano con motivo de una conferencia
por la paz y un concierto que organizó el 1 de julio en Londres, al que asistí.
¿Cómo nació el movimiento “We want
peace”?
El movimiento “We Want Peace” empezó con la publicación del
vídeo y canción del mismo título en 2010 y es la campaña que lleva a cabo
Emmanuel visitando colegios, institutos y universidades de todo el mundo
explicando quién es él, su vida como niño soldado y cantando para los
estudiantes. En todas sus charlas en los colegios, habla de la ONG que ha
creado para crear escuelas en Sudán del Sur y para ayudar a la escolarización
de ex niños soldado del Este de África.
Luego, la campaña “We want peace” dio un giro por los acontecimientos
en Sudán que no estaban siendo reflejados en la prensa internacional. El
Presidente de Sudán, Omar al-Bashir, estaba bombardeando a su propio pueblo en
un genocidio tapado por los medios de comunicación, y en marzo se multiplicaron
los bombardeos y muertes de inocentes en las regiones del Sur de Sudán,
Kordofán del Sur y el Nilo Azul. Emmanuel empezó a preocuparse porque amigos
suyos que habían sido niños soldado le estaban diciendo que se iban a alistar
de nuevo para luchar contra Bashir. Él pidió consejo en su perfil de Facebook y
se decidió que se organizaría una marcha por la paz para llamar la atención
sobre lo que ocurría en Sudán y la prensa no contaba. Varios seguidores suyos
nos decidimos a organizar la marcha por la paz en nuestros respectivos países.
Las marchas (con escaso seguimiento de público) tuvieron lugar el primer
aniversario de la independencia de Sudán del Sur, es decir, el 9 de julio de
2012.
En este momento, desde la campaña We Want Peace estamos
intentando llamar la atención, sobre todo, hacia la guerra del Congo, que
tampoco está recibiendo atención mediática, a pesar de llevar más de ocho
millones de muertos y de que se viola salvajemente a 1.100 mujeres y niñas cada
día. No es tarea fácil conseguir que la gente se interese por el tema, cuando
además toda la prensa en español está ocultando este genocidio, así como
cualquier otra noticia relativa al África subsahariana. Que haya 200.000 niños
en el Este del Congo en riesgo de ser reclutados como niños soldado, parece no
sólo que no preocupa sino que ni siquiera merece ser noticia en prensa.
¿Qué es exactamente un niño soldado?
Se ha definido “niño soldado” como cualquier persona menor
de 18 años usada por una fuerza armada o grupo militar como porteador, espía,
guardaespaldas, cocinero, enfermero, vigilante y, por supuesto, el que es usado
en la batalla. En el caso de las niñas soldado, hay que incluir la esclavitud
sexual.
Aunque la definición de niño soldado se refiere a menores de
18 años, la ICC (la Corte Criminal Internacional) define como crimen de guerra
el reclutamiento y uso de niños menores de 15 años. Muchas veces me he
preguntado por qué se ha bajado hasta los 15 años la edad para definirlo como
“crimen de guerra”. ¿Quizás tenga algo que ver que las fuerzas armadas de
varios países de la Unión Europea, como el Reino Unido e Irlanda, admiten niños
de 16 años, y que en Israel sea voluntario el servicio militar a partir de los
15 y obligatorio, tanto para los niños como para las niñas, a partir de los 18
años? Canadá, Estados Unidos, Bolivia,
México, Alemania, Austria y Rusia están también entre los países que tienen
menores de edad en las filas de sus fuerzas armadas.
¿Cómo es la actual situación de los niños
soldado de Sudán?
Aunque Sudán ratificó en 2005 el protocolo contra el uso de
niños soldado, la realidad es que se siguen reclutando niños en las fuerzas
armadas y en los demás grupos armados, tanto los que luchan contra el gobierno
como los que éste apoya. En la actualidad, reclutan en las regiones fronterizas
con Sudán del Sur y en la frontera de Chad con Darfur.
No existe una cifra exacta del número de niños soldado
usados en la última guerra civil en Sudán; sin embargo, desde 2001 más de
20.000 niños han sido desmovilizados. Tampoco hay cifras del número de niños
que murieron en esa guerra, pero el total de muertos supera los dos millones y
medio.
En el caso concreto de Sudán del Sur, el gobierno ha
concedido una amnistía a todos los miembros o antiguos miembros del SPLA que
entreguen sus armas, y se está procediendo al desarme de la población civil.
Sin embargo, es una tarea difícil en las poblaciones fronterizas con Sudán
porque la frontera entre los dos países sigue siendo objeto de discusión y se
producen enfrentamientos entre las fuerzas armadas de ambos países. También las
fronteras entre Sudán del Sur y Congo y República Centroafricana siguen siendo
problemáticas por las guerras actuales en dichos países, cuyos grupos armados
siguen secuestrando niños en los campos de refugiados cercanos a las fronteras.
El mayor problema en Sudán del Sur actualmente es la falta
de infraestructuras. No hay carreteras, escuelas ni hospitales y la mayoría de
su población sigue viviendo en campos de refugiados que duplican el límite de
su capacidad.
¿Cuál es el proyecto que tenéis para
beneficiar a los niños soldados?
La ONG creada por Emmanuel Jal, Gua Africa, es pequeña pero
tiene dos proyectos que se están
llevando a cabo. Uno de ellos es la construcción de escuelas en Sudán del Sur
para que la escolarización fuera de sus fronteras no sea de nuevo la excusa
utilizada para llevarse a los niños. El otro proyecto es ayudar a la
escolarización en Kenia y Uganda de ex niños soldados que tienen verdadero
interés en estudiar y hacer una carrera universitaria. Algunos ya han
finalizado sus estudios. En este enlace tienes, como ejemplo, a dos de los
chicos que han ido a la Universidad gracias a Gua Africa y que ya están
trabajando en sus especialidades:
http://www.gua-africa.org
La ONG que más está trabajando para el rescate de niños
soldado es UNICEF en colaboración con la Comisión de Desarme, Desmovilización y
Reintegración de Niños Soldado de la ONU (la DDR). Su misión consiste en
negociar la liberación de los niños, tratarlos en los centros especializados,
buscar a los miembros de sus familias que sigan con vida y su reunificación en
cuanto sea posible. Ninguna de estas tareas es sencilla.
¿Qué crees que está ocurriendo en la
actual sociedad a nivel mundial pues, si
observamos, existen muchos países con problemas sociales graves, como los niños
soldados, la prostitución tanto infantil como de personas adultas, el trafico
de órganos?
Poderoso caballero es Don Dinero, que decía Quevedo. Hoy,
más que nunca, se le rinde pleitesía y las leyes actuales están dictadas de
forma que se protege al gran defraudador. Cuando vemos, por ejemplo, que se ha
detenido a una red de trata de blancas, comprobamos que hablan a pequeña
escala, de un club de alterne o un grupo de ellos. Jamás detienen a los
cabecillas, que probablemente sean nombres muy conocidos por todos. En España
estamos viendo ahora mismo como se modifican leyes para que los mafiosos fijen
su residencia en nuestro país, blanqueen
su dinero con total facilidad e impunidad y no tengan que rendir cuentas de la
procedencia del mismo. Y, mientras tanto, se cierran las fronteras a toda
persona que venga con las manos vacías sin importar que necesite asilo político
por estar escapando de una guerra o de un régimen dictatorial, e incluso se le
deniega la asistencia sanitaria. Lo peor de todo es que el periodismo
criminaliza a los inmigrantes sólo por intentar cruzar una valla y la policía
persigue y encierra a los manteros en vez de hacerlo con quienes los explotan,
que suelen ser españoles.
¿Como ves el comportamiento de las
personas en general en relación a las campañas humanitarias? ¿Existe compromiso
social? ¿La gente es participativa?
Hoy en día, la gente sólo se preocupa por sus propios
problemas y no se molesta ni en informarse sobre lo que pasa en el mundo.
Existe un egocentrismo generalizado. “Ya tengo bastante con lo mío” y “La
generosidad empieza con uno mismo” son frases que se oyen muy a menudo y que yo
considero puro egoísmo y egocentrismo. Eso se ve reflejado en las protestas en
la calle. La gente está saliendo a protestar, única y exclusivamente, cuando
una medida del gobierno le afecta directamente.
Durante la organización de las marchas por la paz,
comprobamos el poco compromiso de la sociedad. Ni siquiera conseguimos que la
gente se implicase en compartir la información por Internet, con lo sencillo
que es. Algunos incluso se molestaban si compartías un enlace en su página de
Facebook, y lo borraban al instante. Incluso algunas páginas que supuestamente
perseguían un mismo objetivo lo hacían. Eso dice mucho de en qué nos hemos
convertido, ¿no crees?
Previamente a la campaña por la paz de Emmanuel, yo había
participado en otras dos de una página de Facebook que se llama “I am a star
for Somalia”, que impulsó el cantante somalí K'Naan y que, con cada “Me gusta”,
comentario o enlace publicado, donaba dinero a un hospital de Mogadiscio. Lo
que querían en esa página era precisamente la implicación de la sociedad.
Podrían haber donado el dinero directamente, pero no era eso lo que se
pretendía, sino que la gente se implicase de verdad. Fui muy pesada con ese
tema con todos los que tenía como amigos en Facebook y conseguí muy poco de
ellos. Conseguimos en las dos ocasiones recaudar el límite que se ofrecía, pero
a costa de publicar en la página siempre los mismos.
¿Qué crees que es necesario para que haya
un cambio en el comportamiento de las personas con relación a los temas
sociales?
Ojalá supiera contestarte esta pregunta. Veo a la gente
demasiado acomodada, esperando a que los demás solucionen sus problemas y sin
el más mínimo atisbo de autocrítica. Muchos creen que con reenviar emails
criticando a los políticos (sin comprobar la veracidad de dichos emails, por
cierto) ya están cumpliendo con su deber. El típico español que criticaba en
las cafeterías y luego no hacía nada por cambiar las cosas se ha sustituido por
el que envía emails y sigue sin hacer nada por cambiarlas.
¿Crees que estamos perdiendo nuestra
humanidad?
Cuando veo que los medios de comunicación llaman “invasión
en toda regla” a que doscientos inmigrantes intenten cruzar la frontera de
Marruecos a España y que han decidido llamarlos “ilegales” sólo por no tener
documentación, no sólo lo creo: estoy segura. El hecho de que se les retenga
sin ningún motivo en los Centros de Internamiento de Extranjeros sin haber
cometido ningún delito y se les expulse del país sin preocuparse del motivo por
el que se fueron de sus países, también demuestra en qué se ha convertido la
Unión Europea.
Si es cierto lo que he leído recientemente de que el Ministro
de Justicia quiere tipificar como delito acoger en tu casa a un inmigrante sin
papeles, creo que hemos superado el límite de la inhumanidad. Si la gente
saliese a la calle a protestar por estas medidas y no sólo por las que les
afectan directamente, empezaría a creer que les importan los demás.
Sólo pido un poco de empatía e implicación en las
organizaciones de voluntarios. En la mayor parte de los casos, no es cuestión
de dinero sino de ceder parte de tu tiempo, y eso es algo que todos tenemos.
Pagina en Facebook
Únete tú también.
We want peace
Una canción por la paz.
